La idea para este fin de semana es dirigirnos a la zona del brazo Tronador del lago Mascardi. Desde el área Los Cesares recorreremos la senda que rodea el lago hasta la desembocadura del arroyo Casalata. Si el clima nos sigue acompañando con estas temperaturas disfrutaremos de unas hermosas playas en un lugar poco concurrido.
Es una salida de dificultad baja. La distancia a recorrer será de aproximadamente 10 km ida y vuelta, prácticamente sin desnivel.
Como tendremos que vadear algunos arroyos hay que llevar calzado de vadeo (zapatillas livianas, alpargatas o sandalias tipo crocs) además del que usaremos para caminar. Llevar botella para agua, ropa liviana, algún abrigo, protector solar, gorra con visera, lentes, ¡traje de baño y toalla!. Quien esté acostumbrado a usar bastones es una buena opción. No olvidar el repelente (idealmente OFF verde) para espantar los tábanos!!
Recuerden llevar vianda y algo para compartir en la merienda.
El costo de la salida será de $200 por persona y el valor calculado para combustible de los conductores será de $100 por persona.
El punto de encuentro será en el Club a las 8:30 hs. para repartirnos en los autos y salir todos juntos.
La inscripción se podrá realizar a partir del lunes 30 de enero a las 15 hs por la web como es de costumbre.
La salida quedará supeditada a la cantidad de inscriptos (mínimo 10 y máximo 16) y a las condiciones meteorológicas.
Salida del domingo 29 de Enero
Este domingo 29 de enero recorrimos las sendas del Cerro Challhuaco: Laguna Verde, el mirador del Pedregoso, el del Valle de los Perdidos y el mirador que está cercano al refugio Neumeyer. Con un día espectacular, que prometía otra increíble jornada, partimos 8,30 de la sede del Club hacia nuestro objetivo. Luego de viajar 18 km por un serpenteante camino de montaña especialmente en su tramo final, nos adentramos en un tupido bosque de lengas, arribando al Refugio Neumeyer.
El espectáculo que allí nos esperaba nos dejó con el corazón y la boca abierta de asombro: el tupido bosque de lengas se apoyaba mansamente sobre una alfombra de amarillos intensos provenientes de las flores de Amancay.
Inmersos en ese mar de flores, el sendero lentamente ascendía perdiéndose bajo la frescura de los árboles hasta llegar al remanso verde esmeralda de la Laguna Verde. Desde su mirador aconteció la sorpresa de la jornada: vimos dos zorritos pequeños jugando cercanos a la orilla.
Sin la molestia de tábanos, y acompañados por una suave brisa volvimos para almorzar cerca del refugio disfrutando de ese mágico entorno. Algunos integrantes recordábamos el vívido contraste de haber estado una mañana brumosa en esos mismos paisajes pero envueltos en los rojos, naranjas, amarillos y ocres típicos del otoño.
Por la tarde caminamos por la picada que va al Valle de los Perdidos ascendiendo hacia el mirador que nos permitió observar hacia el este el valle y los cerros coloridos.
Al regresar y con la alegría típica de haber transcurrido una jornada más plena de belleza, compartimos la merienda, esta vez, dentro del refugio degustando la exquisita repostería aportada por los miembros de las CBD y en esta oportunidad, por las manufacturadas en el lugar. Desde ya muchas gracias a los refugieros del Neumeyer por su amable atención!
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